La salida más esperada del Gobierno

Las constantes irregularidades y los desaciertos que han caracterizado al Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), hicieron rodar la cabeza de Francisco Jiménez, actualmente ex ministro del MOPT, por orden de la Presidenta de la República, Laura Chinchilla.  

Los cuestionamientos por la ineficiencia de las múltiples reparaciones a la platina, el ridículo internacional por el robo de armas y las paupérrimas condiciones de la autopista a Caldera, no fueron motivos suficientes para hacer caer al ex jerarca del MOPT, sin embargo, posibles actos de corrupción en la más emblemática obra de la presente administración no fueron perdonados. 

Una investigación en curso pretende aclarar una denuncia presentada por el propio Jiménez, donde supuestamente dos funcionarios recibieron dadivas por parte de empresas costarricenses para recibir beneficios para una eventual contratación en la construcción de la trocha cercana a la frontera norte con el país vecino Nicaragua. 

La oposición añoraba esta destitución, desde hace varios meses insistían en la separación de Jiménez, hoy aseguran que la salida es tardía. 

Ciertamente el Gobierno no podía continuar ignorando los hechos que venían deteriorando la imagen del MOPT y de la presente administración. La decisión de la presidenta es de recibo pero no debió pensarlo tanto. 

Oficialismo.... PASE adelante

El Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) volcó su apoyo al partido oficialista, Liberación Nacional. 

La Alianza por Costa Rica es solo un recuerdo para el PASE, que a cambio de la presidencia del directorio legislativo, opto por unir fuerzas con el PLN. 

El anuncio lo hizo la diputada Rita Chavés Casanova del PASE, en conferencia de prensa el pasado lunes 23 de abril. Sola y anunciandose como la vocera para la conferencia, en presencia de miembros de la Alianza, hizo de conocimiento público el abandono de la coalición de partidos. 

Como principal argumento para la ruptura con la Alianza, el PASE explicó que desean un mayor control político y que es preferible alejarse de la inestabilidad de la coalición opositora. 

Las reacciones de los miembros de Alianza fueron inmediatas, el diputado Claudio Monge del Partido Acción Ciudadana (PAC), escribió en una hoja de papel la palabra "Judas" haciendo referencia a la traición del PASE. 

La continuidad para la Alianza en la presidencia del Congreso se tambalea, mientras el acuerdo entre el PASE y el PLN, denominado PALI, parece quitarle fuerza a la oposición. 

Como virtual candidato para asumir la presidencia del directorio por el PASE se coloca Victor Emilio Granados, cuestionado en últimos días por la condena que cumplió en la década de los 90´s por una estafa al Banco Nacional. 

Por otra parte la Alianza por Costa Rica aun no tiene claro el posible aspirante a la presidencia del Congreso para el próximo 1 de mayo. 

Crisis selectiva

Costa Rica atraviesa una situación económica difícil, a tal punto que la mayoría de los diputados pretendía concretar como ley de la República, el plan de solidaridad tributaria. Extrañamente el Gobierno prédica sobre la austeridad y el recorte en gasto de inversión pública, empero en la Asamblea Legislativa reciben con brazos abiertos un aumento salarial.

¿Cuál es el problema? Resulta que mientras a los empleados públicos normales el aumento para el primer semestre es de ¢5.000, los padres de la patria recibirán un jugoso aumento de ¢150.000, creando esto un sentimiento de desamparo y desigualdad en la sociedad costarricense.

Este aumento salarial no es de recibo para 3 diputados de la Asamblea Legislativa de distintas fracciones. El diputado del Frente Amplio, José María Villalta, el diputado del Partido Accesibilidad sin Exclusión, Víctor Emilio Granados, y el presidente del Congreso, Juan Carlos Mendoza del Partido Acción Ciudadana.

De manera contradictoria el presidente ejecutivo de la Asamblea Legislativa, Antonio Ayales, manifestó que los diputados no pueden renunciar al aumento salarial, ya que por las cargas sociales que trae implícitas no se puede eludir para el pago de impuestos.

La situación del país es crítica, sin embargo, el Primer Poder de la República parece ignorar que se debe evitar en lo posible el gasto. Para unos hay recorte, para otros parece que la crisis no los afecta. En tiempos de déficit y faltante es necesario tomar medidas para todos por igual, y no hacer excepciones que parezcan favorecedoras o beneficiosas.

Un Rico dolor de cabeza

Elaborado por Jason Torres Vega

Los problemas para la presidenta Laura Chinchilla trascienden el ámbito político. Las tensiones en Casa Presidencial parecen multiplicarse por un hecho que no es referente a su Gabinete, ni tampoco a un acontecimiento en la Asamblea Legislativa.

Hace escasos días el esposo de la presidenta, José María Rico, protagonizo un accidente de tránsito.

La noticia hubiese sido menos trascendente de no ser por un detalle, el primer caballero de la República conducía con la licencia vencida.

Ciertamente José Rico no es un político, sin embargo al estar al lado de la persona que ostenta el cargo de mayor relevancia en la función pública, debe procurar actuar en forma discreta y apegarse a las normas y leyes que rigen por igual a los habitantes del país.

En las últimas semanas la sociedad costarricense ha observado con gran preocupación el accionar de algunos políticos; que por diversas causas han debido abandonar sus puestos, la situación de Rico suma un punto más que pone a pensar a la ciudadanía cuando se trata de justificar lo injustificable. La presidenta Chinchilla lejos de aceptar un error, excuso el hecho de la portación de una licencia vencida.

La sensación de que las personas cercanas al poder tienen una facultad para evadir las obligaciones e incumplir con los deberes, como renovar una licencia o pagar impuestos, está más latente que nunca. La clase política corre para ponerse en regla, esperemos que esto sea una constante y no algo pasajero.

La credibilidad del Gobierno va en picada

En las últimas semanas los movimientos en el gabinete de la presidenta Chinchilla no han cesado, mucho menos han dejado de sorprender a la población costarricense.

Debido a una investigación realizada por un medio de comunicación el país se entero de la evasión fiscal del propio Ministro de Hacienda, Fernando Herrero, quien tenía propiedades subvaloradas desde hace 12 años, lo que le hacía pagar menos impuestos por las propiedades.

Con esta información expuesta a la luz pública, la sociedad costarricense cuestiona y repudia las intenciones del Gobierno de implementar el proyecto de Solidaridad Tributaria, que se encuentra a la espera de ser aprobado en segundo debate en la Asamblea Legislativa.

Para dar mayor condimento a este platillo de indignación y descaro que se presentó en la mesa del ámbito político del país, el Director General de Tributación del Ministerio de Hacienda, Francisco Villalobos, igualmente aparece moroso en el pago de impuestos. En este caso, Villalobos tiene una deuda de ¢1,8 millones en el pago del impuesto de renta.

Por el escándalo mediático y la presión de la opinión pública tanto Herrero como Villalobos presentaron la renuncia al Poder Ejecutivo.

La reacción de la presidenta Laura Chinchilla sobre el tema en un inicio fue para justificar a sus allegados, posteriormente a las renuncias presentadas aseguró que lo único que podía hacer era aceptarlas.